quarta-feira, 24 de março de 2010

CIA Y LOS OVNIS

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Este capítulo, dedicado a explicar la forma con que la Fuerza Aérea de los Estados Unidos intentó de todas las maneras ocultar las evidencias del fenómeno ÓVNI - recurriendo, en algunos casos, a la ridicularização de valiosas testigos - no podría ser concluido sin relatar la parte que cupe, en esa trama, a la cia (Céntrica Inteligence Agency), el servicio de espionaje del país. Según las declaraciones del major Donald Y. Keyhoe, en su último libro Aliens from Space ("Alienígenas del Espacio"), publicado en inglés en enero de 1975 y aún no editado en ningún otro idioma (?), la CIA constituye el "verdadero poder invisible" por detrás del secreto ÓVNI. Aunque pocos sepan, la CIA tiene autoridad sobre los departamentos de inteligencia de todas las organizaciones militares de los Estados Unidos. Su influencia sobre los co-mandantes del Ejército, de la Fuerza Aérea, de la Marina de Guerra y de la Infantaria de la Marina es enorme, pudiendo, además de eso, aún sin poseer control total, ejercer presión sobre la FAA (Administración de la Aviación Federal), la Coast Guard, la Comisión Federal de Comunicación y también sobre la mayoría de las otras organizaciones del gobierno, con excepción del FBI (Federal Bureau of Investigation).
La CIA se encargó de las investigaciones iniciadas por la Fuerza Aérea en 1953, o sea, después que el vice-almirante R.H. Hillenkoetter abandonó su cargo de director.
Desde entonces, la Agencia Céntrica de Inteligencia viene usando todo su poder para mantener el secreto del fenómeno OVNI bajo el dominio de la Fuerza Aérea, ante el Congreso, la prensa y el público.
"No es esta una tentativa de crucificar la CIA", dije el major Keyhoe, como se fuera posible ocurrir esta idea a alguien; pues sus jefes, forzados a tomar una decisión muy seria, decidieron, equivocadamente o no, de la manera que juzgaron más conveniente para la nación.
Pero, cualquiera que haya sido la razón, tanto la CIA como la Fuerza Aérea llevaron los Estados Unidos a una perigosíssima situación - que difícilmente podría ser peor, si a programaron con malas intenciones.
En su informe, Keyhoe detalla numerosos casos en que la CIA trató de paralizar la investigación de importantes observaciones de OVNIs - entre ellas, la ocurrida en abril de 1952, cuya testifica fue el entonces secretario de la Marina de los Estados Unidos, almirante Dan Kimball, que describió así su encuentro con dos OVNIs, mientras volaba para el Havaí: "Su velocidad era sorprendente: mis pilotos calcularon entre 1500 y 2000 millas por horas (2.400 a 3.200 km por hora). Los objetos circundaron dos veces 1 nuestro avión e inmediatamente se alejaron rápidamente para el Este.
Por detrás de nó se encontraba otro avión transportando el almirante Arthur Radford, para quien envié un mensaje de radio sobre el OVNI. Casi en la misma hora, el pilot del almirante Radford nos respondió, excitado: "Los OVNIs están volando en círculo a nuestro redor. Cubrieron en menos de dos minutos las 50 millas qu nos separan, y en pocos segundos nos abandonaron y desaparecieron." Al aterrizar en el Havaí, el secretario de la Marina envió uno informe por radio Fuerza Aérea encargada oficialmente de la investigación del fenómeno OVNI. Truman: empecilho a aquellos que deseaban ocultar el fenómeno UFO en los EUA.
Cuando regresó Washington, el almirante Kimball envió uno de su ajudantes para consultar la Fuerza Aérea sobre la acción tomando con base en si testimonio. La respuesta fue esa: "ES contra las órdenes discutir los análisis del casos OVNIs, aún nos de observaciones testificadas personalmente."
Esta respuesta constituyó un indesculpável error, pues Kimball era un hueso dur de roer y de inmediato ordenó que la Marina iniciara una investigación própri del fenómeno OVNI.
En esa investigación, los detalles de la observación fueron controlados minuciosamente. Más tarde, investigaron también el caso ocurrido con el fotógrafo de la Marina Delbert C. Newhouse, el día 2 de julio de 1952 (el llamado si Utah). Él avistou y filmó un gru-po de doce o catorce OVNIs que manobravam en gran velocidad cerca de Tremon-ton. La Marina consideró esta película coloreada como verdadero, juzgando ser imposible simular las maniobras que realizaban los OVNIs filmados.
Durante todo ese tiempo, la CIA vigiló estrechamente el fenómeno OVNI y las operaciones de la Fuerza Aérea. Esto - según lo que informó el almirante Hillenkoetter, ex-director de la CIA , la Keyhoe - ocurría desde el año de 1948, cuando era director de la Central de Inteligencia.
En 1952, sin conocimiento de la Marina ni de la Fuerza Aérea, la CIA estaba sólidamente empeñada en mantener oculto el tema OVNI, y cuando sus directores tomaron co-nhecimento de la investigación conducida por la Marina y de las conclusiones de esta Arma sobre la "Película de Utah", decidieron que deberían colocar obstáculos al almirante Kimball.
Sabiendo que presionar Kimball podría hacer con que él tuviera una reacción violenta y, en franco desafío, no sólo intensificara la investigación como también decidiera dar publicidad a todas importantesevidencias sobre la existencia de los OVNIs que la Marina posee, la CIA decidió recurrir a la intervención del 2presidente de los Estados Unidos, Harry S. Truman, solicitándole que ordenara a Kimball el cessamento de sus investigaciones sobre el fenómeno OVNI.
Sin embargo, este plan falló rápidamente, pues llegaron a la conclusión de que provocarían la reacción del presidente y, enseguida, de Kimball. Consecuentemente, la CIA decidió esperar la elección presidencial de noviembre.
La victoria del general Dwight D. Eisenhower alivió la Central de Inteligencia, pues el almirante Kimball sería evidentemente sustituido por un republicano que decerto avitaria atritos entre la Marina y la Fuerza Aérea. La elección de Eisenhower garantizó mayor libertad de acción a la CIA. Aún con la situación controlada, la CIA sabía que otros problemas con la Marina aún podrían acontecer.
Como no considerara la Fuerza Aérea suficientemente fuerte para controlar la situación, el servicio norteamericano de espionaje decidió tomar las rédeas del plan de ocultar el secreto, desplazando la Fuerza Aérea y estableciendo de vez una estrecha censura, para eliminar las creencias del público sobre los OVNIs.
Con esta finalidad, la CIA organizó una reunión con la Fuerza Aérea y un grupo de científicos. Se suponía que en tal reunión se haría un minucioso y objetivo examen de los informes y observaciones de OVNIs verificados. "En la realidad", continúa el major Keyhoe, "los científicos escogidos por la CIA cómo invitados para la reunión eran conocidos como descrentes de la existencia de los OVNIs. La mayoría, inclusive, no poseía ni el más remoto conocimiento sobre el tema, y no pou-cos lo consideraban totalmente sin sentido."
Desde los agentes de la CIA detenían plena autoridad, pudiendo limitar y ocultar las evidencias, y conducir los científicos para un veredicto totalmente negativo, los directores de la Central de Inteligencia no dudaron que así fuera ocurrir.
La mayoría de los oficiales de la Fuerza Aérea del grupo se oponía al secreto, por lo menos en carácter particular.
Pero la CIA engenhosamente consiguió convencê- los de que la preo-cupação verdadera de la Central de Inteligencia era precisamente con relación a la creciente censura, diciendo considerarla peligrosa. Completamente desprevenidos sobre las verdaderas intenciones de la CIA, los oficiales de la Fuerza Aérea esperaban que ella les presentara pruebas irrefutáveis de la existencia de los OVNIs, lo que haría con que tanto los científicos como los miembros de la Fuerza Aérea y de la Central de Inteligencia se unieran para decidir terminar con el secreto. Pero esto no aconteció.
Entre los oficiales de la Fuerza Aérea invitados a la conferencia se encontraban major Dewey Fournet, del Estado-Mayor, que tuteaba como supervisor del Proje OVNI, el capitán Edward J. Ruppelt y otros oficiales de la Fuerza Aérea: el gener Wright-Patterson, dos coroneles de la dirección de inteligencia y Albert M. Cho encargado de la oficina de prensa del Proyecto OVNI. Sin que la CIA sospechara, seis semanas antes de la conferencia el major Fournet varios otros oficiales del Estado-Mayor de la Fuerza Aérea trabajaron secretamente en un plan para desvelar el misterio OVNI.
Transladación; Portugues / Español

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